
“Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.” Marcos 11: 12-14
Jesús Maldijo esta higuera de una manera que ella se seco.
Quizas uno diga, no había higos, mas no era todavía época.
El dejo bien claro que El desea que vengamos dar fruto todo el tiempo.
Te pregunto:
¿Higuera tiene oídos?
Claro, que no.
Mas escucho, la voz del Señor Jesús, cuando el maldijo a ella.
Nuestras palabras tienen poder.
¿Está enfermo?
Use su fe en Jesús, y diga enfermedad te maldigo en este momento, que se seque ahora y desaparezca de mi cuerpo.
Si, usted hiciere con fe en este momento usted es curada en nombre del Señor Jesús.