Oye, tierra: He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no escucharon mis palabras, y aborrecieron mi ley. Jeremías 6:19
Dios está diciendo, oigan todos.
Había un mal sobre aquella nación, “miseria, guerras, plagas, etc.”
Y El está hablando que era fruto de sus pensamientos.
Te hago una pregunta:
¿Hay un mal en su vida?
Enfermedad, depresión, miseria, angustia, etc.
Si hay, te pregunto:
¿Cuales han sido sus pensamientos?
Dudas, incredulidad.
Como por ejemplo.
¿Será que Dios existe?
¿Será que vale la pena orar, hacer cadenas de oración, ir a la iglesia?
¿Será que valgo algo?
Pensamientos de, envidia, desear el mal para los demás, de prostitución, de mentira. pensamientos de robo, de engaño, etc.
Empiece a pensar diferente.
Y claro actuar diferente.
Dios es conmigo, voy a vencer, Dios me dará la victoria.
Piense como Dios:
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice El Señor, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Jeremías 29:11
