
“Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.” Daniel 10: 12-13
Esta historia de Daniel, nos muestra o cuanto poder tiene la oración y el ayuno.
Pero muestra también el valor de la perseverancia.
Y nos enseña, que tenemos un enemigo que no esta con los brazos cruzados.
Desde el primer día, Dios ya había contestado a Daniel, mas Satanás estaba en el camino para querer impedir la bendición de llegar.
Satanás puede atrasar la bendición mas nunca impedir que ella llegue.
¿Si Daniel hubiera desanimado en el segundo, tercer, noveno día será que iba alcanzar?
¡Seguro que no!
Lo que hizo la bendición posible fue la perseverancia.
¿Quiere un consejo?
Ore, ayune, luche, no desanimes su bendición va llegar, en nombre del Señor Jesús.