
Como somos pequeños delante de la grandeza de nuestro Dios.
A veces paramos para lamentar nuestros problemas, que tienen apariencia de ser grandes.
Mas cuando leemos este versículo arriba, nos damos cuenta que nuestro problema no es nada delante de la grandeza de nuestro Dios.
Te voy a dar una sugestión:
No digas para DIOS el tamaño de su problema;
Más diga para su problema el tamaño de su DIOS.