Cierto día estaba haciendo un examen de física.
Empecé hacer cálculos y más cálculos, cuando mi di cuenta ya había rayado toda la hoja y todavía no había hecho nada.
Entonces levanté la mano y pedí al maestro, si podría darme una hoja blanca nueva, para que yo pudiera, deberás hacer el examen.
Aun que faltaba pocos minutos para terminar el examen el maestro fue buscar la hoja.
Mas antes de dar me me pregunto, por que quieres otra hoja?
Le conteste, intente hacer los cálculos, más me confundí, empecé a rayar la hoja y mientras pensaba estaba rayando toda la hoja.
Y cuando me di cuenta la hoja ya está toda rayada y aun no hice nada.
El me dijo, ok, toma.
Entonces, aun que faltaba poco tiempo, hice todo el examen y aun recibe la nota máxima.
Cuando nosotros nacimos, Dios nos da una hoja blanca, que es nuestra vida.
Y cuantos de nosotros, hasta hoy lo que hemos hecho es tan solamente rayar esta hoja, sin llegar a ningún lado.
Solamente tentativas frustradas, una confusión tremenda y no llegamos a ningún lado.
Te hago una pregunta.
¿Será que no llegó el momento de usted pedir una hoja blanca, para nuestro maestro, El Señor Jesús?
No tenga pena, ahorita mismo usted puede hacer esto, busque un lugar, hay mismo en su casa en su trabajo para usted hacer una oración.
Pida al Señor Jesús perdón por todos sus pecados, entregue toda su vida al Dios Todo Poderoso.
Y diga Señor, yo quiero empezar a partir de hoy una vida nueva con el Señor Jesús.
Hazlo con sinceridad, te garantizo que valdrá la pena.
