
Había en una iglesia, un Señor muy prospero y generoso.
Todas las veces que el pastor pedía la ofrenda el era el primer a levantarse.
Cuando el pastor daba un sobre también, el era el primer a se levantar para agarrar el sobre.
Un otro miembro de la iglesia, que era curioso, dijo:
Voy a preguntar: donde el saca tanto dinero para dar y como que nunca le acaba.
Y entonces le hizo la pregunta.
El Señor le contesto
Imagina usted que tengo un camión
Cada vez que doy mis ofrendas.
Yo meto una pala de adentro para fuera del camión.
Y cada pala que meto de adentro para fuera
Dios mete una de afuera para dentro
Mas, mi pala es común y corriente
Ahora imagínese usted, el tamaño de la pala de Dios.
Este es el secreto de la multiplicación.