
En un restaurante estaba cenando un hombre y su esposa que completaban un año de matrimonio.
El hombre empezó a reclamar de algo que no había pasado como el deseaba.
Mientras el hablaba su esposa miraba fijamente un adorno lleno de lucesitas, que había en el restaurante.
El se dio cuenta que ella no estaba poniendo atención y resolvió cambiar el tema.
Le dijo: ¿Este adorno lleno de luces, es bien bonito verdad?
Ella le contesto, si usted se fija, entre las centenas de luces, hay una allá en el medio que está fundida.
Esta luz, me recuerda usted.
El pregunto: ¿Por que?
Porque, en este un año de matrimonio sucedieron tantas cosas maravillosas entre nosotros y usted solamente logra fijarse, en una pequeña luz que está fundida.
Así pasa con aquellos que son demasiadamente exigente.
Lo mas triste es que a veces no tiene buenos ojos.
Solamente logran ver los errores de los demás y se olvidan de la calidad y virtudes.
Solamente se recuerdan de los errores, mas se olvidan fácilmente los logros conquistados por aquella persona.
“La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;”MATEO 6:22